Walking around (Shelley C. Hennig)

Hoy tenía la tarde libre, por lo que tendría tiempo para salir un poco de casa. La verdad era que estaba algo cansada de tanto trabajo, pero de todas maneras, a pesar de todo, seguía conforme y a gusto con lo que hacía. Además, estaba en una de las empresas periodísticas más importantes de Nueva York, por lo que eso hacía de mi trabajo un poco más prestigioso.
Había llegado a casa, sin ningún plan, ni nada para hacer. Pensé en las posibles opciones que tenía, una de ellas era quedarme aquí, viendo alguna que otra película, o sino salir a dar un paseo, tomar un café en algún lugar... El día estaba muy agradable, no hacía demasiado frío, por lo que debía aprovechar para salir de casa, y despejarme. Me cambié de ropa, con una mucho más cómoda, para poder caminar tranquila.
Pensé en que sería algo aburrido hacerlo sola, por lo que tomé mi celular, para invitar a alguien que me acompañara. Pasaba contactos, hasta que llegué hasta el más apropiado, Shelley, mi prima. "¿Te parece si nos encontramos en Central Park para caminar y hablar un poco? Asi nos ponemos al día" le envié un mensaje. Desde pequeñas, nuestra relación había sido muy buena, y con el tiempo, habíamos crecido, y también nuestra amistad. Conocíamos todo de la otra, compartíamos muchas cosas juntas... Aunque en los últimos días, no nos habíamos visto, por lo que pensaba que sería una buena idea encontrarnos y aprovechar el tiempo para conversar. Esperaba que no tuviera inconvenientes con su trabajo, y que finalmente pudiera encontrarme en Central Park.

Salí de casa, tomando un abrigo fino, para luego comenzar a caminar en dirección hacia el lugar en donde nos encontraríamos. No estaba demasiado lejos de casa, por lo que en unos quince minutos, ya estuve allí. Me senté en uno de los bancos libres, observando a mi alrededor, intentando distinguir a Shell entre todas las personas que caminaban por aquí. Siempre estaba muy concurrido, y hoy no era la excepción, debido a que el día estaba especial para andar por allí, caminar un poco, y disfrutar del buen clima, que hacía un largo tiempo no teníamos.
Saqué mi celular, y me puse a chequear algunos mensajes y demás, mientras que esperaba a la que sería hoy, mi compañía.

Estaba sentada esperando a que Shelley llegara, por lo que tomé mi celular, y empecé a chequear todo lo que tenía allí, algunos mensajes pendientes, de trabajo la mayoría. ¿Acaso no entendían que hoy era mi tarde libre? Al parecer no, porque a cada instante, como siempre, vibraba mi teléfono, siendo alguien del New York Times, avisándome de las nuevas primicias, notas y artículos que debería realizar, en si, todo el trabajo que me esperaba el día siguiente. Pero de todas maneras, eso no me impediría disfrutar de este momento de tranquilidad que finalmente podía tener después de largas semanas casi sin ningún descanso. Entre algunos mensajes del trabajo, pude ver la respuesta de mi prima, por lo que lo abrí y sonreí levemente al leer su respuesta. "Claro que si, termino de acomodar unos papeles y te veo allí" . Hacía un rato que lo había enviado, por lo que supuse que no le faltaba demasiado para llegar aquí.

Hacía bastante que no nos veíamos, quizás porque ambas habíamos estado muy ocupadas con nuestros respectivos trabajos, por lo que había sido difícil acordar un momento para encontrarnos a hablar.
Estaba algo concentrada en mi teléfono, leyendo algunas cosas, y luego entrando a Twitter, si, una de mis obsesiones últimamente, actualizando estados y demás, cuando sentí que alguien susurraba en mi oído. Me sobresalté, y me volteé a ver de quién se trataba. Reí al observar a Shell allí.-¡Me asustaste!- le dije con un tono divertido, mientras que me ponía de pie para saludarla, con un cálido abrazo y un beso en la mejilla. -La próxima vez, intenta sorprenderme de otro modo.- bromeé sonriendo ampliamente, manteniendo mi mirada en ella.-¿Cómo estás? Hacía tiempo que no podíamos encontrarnos.- dije sin quitar la sonrisa de mi rostro.

Reí al oír lo que Shell decía, en forma de promesa, no asustarme más de ese modo. A pesar de que esperaba que ella viniera, me había tomado por sorpresa, y era por eso que había reaccionado de esta manera. -Me parece una buena idea... Además sabes que siempre me gustaron los globos y esas cosas.- bromeé de manera divertida, alzándome levemente de hombros, y sonriendo al ver que se sentaba a mi lado. Hacía mucho tiempo que no teníamos el tiempo necesario para pasar juntas, hablar y demás. La mayoría de las veces, teníamos pocos minutos, conversábamos rápido, y seguíamos con nuestras obligaciones. Hoy sería un poco diferente, y eso me agradaba mucho.
-¿Raro?- pregunté extrañada, pero antes de que ella me respondiera, sonreí y me alcé de hombros.-Ya sabes, muy ocupada, que casi no puedo ni ocuparme de mi vida.- dije. Sonaba algo exagerado, pero en un punto, eso era cierto... Pasaba la mayor parte del día en el trabajo, y cuando tenía ratos libres, los pasaba en casa, porque estaba demasiado cansada como para salir a algún lugar. Reí junto a ella, al oír lo que decía y asentí.-Son días libres, aunque en realidad no nos desconectamos del trabajo.- admití mientras que apagaba mi celular para evitar que siguiera sonando como hasta ahora.-Ahora si.- agregué divertida.

No sabía si Shell había vuelto a ver a Paul, ya que hacía mucho tiempo que no escuchaba nada sobre él. Sabía que se había ido de viaje, luego de la ruptura con mi prima, pero luego había sido como si hubiera desaparecido. Paul me caía bien, pero ahora quizás, si regresara, sería bastante extraño, ya que Tyler también me caía muy bien, incluso, lo consideraba un buen amigo... Alejé esos pensamientos de mi mente, ya que al parecer, el momento en que Paul regresara, parecía muy lejano, y quizás fuera mejor para Shell que así continuara.
Sonreí ampliamente el escuchar lo que ella me decía, y negué de manera divertida.-Nunca lo mencionaste. ¿Seré tu dama de honor?- dije simulando un tono de extrema sorpresa.-Claro que me lo dijiste, Shell.- terminé soltando una leve risita. Habíamos hablado bastante de su casamiento, y a decir verdad, me emocionaba que ella hubiera encontrado al hombre de su vida, y poder decir que quería estar toda la vida con él. En mi caso, no estaba ni cerca de eso, pero no me apuraba.. Además ahora con el trabajo, casi no tenía tiempo para los hombres. -¿Mi día? Un poco más tranquilo que lo habitual. Necesitaba un descanso, y hoy me ha venido bien el día libre.- respondí sonriente.