Antojos Nocturnos.{Demi

Demi iba de camino a McDonals. Tenía noche libre en el bar, y no le apetecía cocinar y ya que Niall estaría ocupado, decidió ir a comer algo al McDonal's. Nunca le gustó la comida de ese lugar, pero desde su llegada a Nueva York, cada vez se la hacía más y más común. Con un poco de suerte, no habría tanta fila, tenía bastante hambre, durante el día a penas si había podido tomar un sorbo de agua, había estado corriendo de un lado a otro por toda la ciudad. Sólo esperaba poder tomar su bocadillo nocturno, volver a casa, escuchar la dulce voz de Niall al menos un rato y caer en los brazos de Morfeo.

Sacó su ipod y se puso sus audífonos, dejándose inundar con la música. El McDonal's no quedaba muy lejos,pero aún así fue en su auto, después de comer le daría una pequeña vuelta a Oliver, su cachorro, haría unas cuantas compras y volvería. Al llegar a dicho restaurante, como predijo, no había demasiada fila. No estaba segura aún que pediría, pero ya vería que se le antojaría cuando mirara el menú. Parqueó el auto y dejó al cachorro en él, con un poco de pesar, intentaría no demorarse mucho, no le gustaba dejarlo solo. Caminando hacía la puerta, visualizó a una vieja amiga, Sara, con la cual llevaba un largo tiempo sin hablar, tanto, que se llevo una gran sorpresa al verla con aquella panza, estaba embarazada. —¿Sara? ¡Hola! ¿Cómo estás? —La saludó lo más amable posible y esperó que aún se acordara de ella.

Sonrió dándose cuenta que aún se acordaba de ella. Realmente estaba sorprendida de ver a su amiga embarazada. ¿Cuánto tiempo llevaban sin hablar? Se alegro de ver lo bien que le había sentando quedar en embarazo, no como a algunas mujeres que solían parecer un muerto cuando entraban en ese estado, bueno, no es como si tuviera gran sensibilidad y conocimiento sobre el tema. —Me alegra. ¿Cuántos meses tienes? —Le preguntó con una sonrisa posicionándose en la fila. —He estado acostumbrándome a la ciudad y a mi nuevo trabajo, ha sido un poco duro, pero me encanta. —Cada vez se le hacia Nueva York su hogar, un trabajo, su apartamento y salidas con amigos hicieron que se estableciera rápidamente, y por supuesto, el hecho de que Niall estuviera de vuelta, aunque sea por un tiempo. Intentaba estar la mayor del tiempo en movimiento, haciendo cualquier cosa que mantuviera su mente ocupada, ya estaba bien así, teniendo un ritmo de vida agitado.

Sonreí al escucharla, quizás a partir de ahora sería todo mejor, había encontrado a una amiga de hace tiempo y sería bueno recuperar ese tiempo perdido. No podía creer que justo aquí volviera a ver a Demi, -En dos semanas entro a las 6 meses- sonreí mirándola para luego avanzar en la fila mientras la escuchaba atentamente –Me alegra demasiado saber que estás haciendo tu vida aquí y estas acostumbrándote de apoco, solo espero verte más seguido y no perderte el rastro- sonreí de manera tierna mientras colocaba una de mis manos en mi vientre haciendo suaves caricias, me gustaba mirar al bebe, a veces lo hacía sin darme cuenta, era algo automático. –Y cómo vas con el amor?- Le pregunte sonriendo mientras la miraba atentamente, quería saber todo de la vida de mi amiga, quizás para actualizar nuestras charlas y saber que ha sucedido en todo este tiempo.

—¡Qué lindo! Me alegro mucho por ti. Puedo imaginar que saldrá hermoso o hermosa. —Dejó volar su imaginación con respecto al bebé que crecía en la panza de su amiga, era amante de los bebés, realmente no podía estar cerca de uno sin reaccionar instintivamente para hacerlos reír y escuchar las adorables carcajadas. —Respecto al amor... —Suspiró antes de terminar su respuesta. Niall ahora estaba en la ciudad y eso la hacía sentir llena de dicha. —Todo está perfecto. Niall me hace muy feliz y ha vuelto a la ciudad tras unos meses. —Sonrió, dejando una expresión de eterna enamorada en su cara. Un tiempo atrás, le hubiera parecido imposible ser tan melosa respecto a una relación, pero ahora, no podía evitar que lo romántico la inundara cuando pensaba en él. —¿Y tú? ¿Quién es el afortunado padre de la criaturita?